Esta es una serie que encarna todos los prejuicios habidos y por haber: la adicción a los opiáceos, la transmisión de enfermedades que degeneran el aspecto humano, la creencia en una raza superior, al marginación de ciertas minorías. En el ambiente de un Nueva York de principios de la década de los años veinte del siglo pasado, todo parecería encajar a la perfección.Se trata desde mi punto de vista, de una serie bien estructurada, con una progresión de la historia bien secuenciada, y con un plantel de actores inmejorable, comenzando con el hollywoodiense Clive Owen que tras décadas dedicado al largometraje, se ha pasado a las series. Además históricamente es bastante correcta, y al menos retrata el estado de la medicina de la época. MUY RECOMENDABLE
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