Los ojos de Tammy Faye

Muy buenas tardes de domingo a tod@s mis tapiter@s. Hace muuucho calor, más del que a mi me gustaría, estoy algo triste y mi cabeza deambula por ideas por aquí y acullá. Hace mucho que no me sentaba en serio enfrente de la pantalla de mi ordenador para celebrar el séptimo arte con vosotr@s. Pero he encontrado fuerza para que hoy oigáis de mí. A decir verdad, ya tenía ganas de ver esta tapita antes de saber que estaba nominada a los oscars y que Jessica Chastain estuviera galardonada en los mismos premios. Una de las cosas que más destacaría de la cinta es el maquillaje. Lo digo porque yo al ser urraca que me gusta y me acerco a  todo lo que brilla, vivo la vida beauty a tope!!. Tiene pestañas postizas to the limit, capas de máscaras de pestañas como si no hubiera un mañana. Sombras metálicas, eyeliners, y sobre todo .... las prótesis faciales, que hace que los actores se parezcan si cabe más a los personajes que encarnan. Tanto Jessica, como Andrew llevan prótesis faciales en todo el proceso de envejecimiento de Tammy y su marido. Además la calidad interpretativa de todos los actores es sublime y que se engrandece a medida que se desarrolla la historia.  Notas los sentimientos en cada escena, desde la inocencia, el engaño hasta  la impotencia y la tristeza 

A su vez, tengo que seros sincera en el hecho de que desconocía a la pareja de telepredicadores que más famosos se hicieron desde sus creencias cristianas más profundas. Pero..., gracias a esta joya puedo hacerme una idea de quiénes fueron y qué hicieron que les convirtió en lo más granado de la fe cristiana. No quiero acabar esta reflexión no sin antes decir que hay algo que me llama la atención: la última escena de la película. Cuando la veáis me decís si a vosotros también os la ha llamado en la caja de comentarios. 
Animaos, yo os leo , y hablamos desde el respeto sobre ello. 
Se os quiere ..... ya sabéis qué hacer. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sigo aquí

 Buenos días tapiteroslas mios/as!, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos pudimos saludar en este humilde rincón cinéfilo. Pero...