Buenos días sabatino mis querid@s tapiter@s, estoy muy contenta, porque dos de mis mejores amigas acaban de ascender a la categoría de superwomen, ya que ambas se han convertido en mamás. La una lo fue allá por el lejano Octubre, y la otra es una mamá gestante entrando ya en el séptimo mes de embarazo.
Demos la bienvenida a esta familia tapitera a estas dos pequeñas copias. Lo de ejercer de tía, dejádmelo a mi, que para eso estamos. A mi me tiene que no os hacéis lo de contenta que estoy!!. Eso de mirar ropica de bebé QUE ES TAN MONAAAA!!!. Bueno yo no tengo, ni creo que tenga, pero tengo a mi peluche de perrete que a sus tres años, ya me ha enseñado más que cualquier libro que haya leído.
Ahora dejémonos de pocholadas varias para sentarnos de manera seria a charlar. Veréis, en esta corta tapita he de comunicaros una cosa.
En la industria del cine hay cientos que no llegan- aún soñando con un papelico pequeño, trabajando en otras cosas mientras llega la GRAN OPORTUNIDAD-, y otros que marcan una etapa y una era en la vida de las personas. Este es el ejemplo de Sidney Poitier, que nos abandonaba hace dos días a sus 94 años. Protagonizó míticas series, míticas sagas de películas 🎥. Muy querido entre los que le conocieron y que personajes como Barack Obama hasta Morgan Freeman han querido rendir homenaje.
Bueno creo que las generaciones de la edad de nuestros abuelos, independientemente de la edad que tengan, tienen mucho que enseñarnos, para que nosotros podamos serles de utilidad a las venideras
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