de Stradivarius a Paolo Ravioli




Buenos días queridos lectores de este mi humilde rincón. Aparte de cine y series, a una siempre le gusta disfrutar de escenarios y música en vivo. De hecho la expectación era tan grande la emoción y la expectación que me suscita, que me retrotrae a mi infancia asistiendo al teatro Manuel de Falla, en Cádiz y mis padres me llevaban a ver cualquier obrita. En ésta ocasión, acudí, junto a mi queridísima madre,  al concierto que dio el magnífico y magnético Ara Malikian. Sus pintas son las de un artista callejero, con alto pontencial deconocido, su forma de hablar,(habla olgadamente bien cinco idiomas, entre ellos, nuestra lengua madre española), la de un vendedor que te embelesa y te domina, de hecho yo diría que tiene muchísimo carisma y es muy extrovertido. Ni hace falta mencionar que cuando toca, no solo te llega al alma, es que parece que el violín te habla y te cuenta la historia que con la voz no es capaz de decir. Y me preguntaréis ..... ¿a qué huele Ara Malikian?, pues aunque no pude estar ni una pizca cerca de él , pude intuir que huele a incieso, a sándalo, a almizcle y un poco a canela. Podréis atisbar por mis palabras que sería una mezcla un tanto exótica, pero igualmente atrayente. De su homenaje a los refugiados, de su vals que dedica a su hijo, de sus versiones de los grandes clásicos. Mi enhorabuena a Ara Malikian y a su Savoir faire. Yo de vosotros no me lo perdería

No hay comentarios:

Publicar un comentario

estamos de vuelta

 Muy buenas tardes mis queridos tapiteros. Con la plasta de henna en la cabeza, con las maletas listas-y no son para irme de vacaciones-, y ...